Delicioso y pequeño perro de compañía, el Maltés se diferencia de sus otros compañeros de grupo por su carácter equilibrado y tranquilo, que nunca se pone en evidencia con manifestaciones de "histeria". Se encariña muchísimo con su amo, con el cual le gusta jugar y divertirse, demostrando de esta manera una inteligencia, una rapidez y una vivacidad realmente excepcionales. Estas cualidades han hecho que, durante siglos, fuera uno de los perros de compañía más difundidos.